Sueños húmedos

 

Arte Harkalya


Sueños húmedos

Por: Koral García Delgado (Harkalya) y Luis Gonzalo Guerrero Arenas (Pensamiento Guerrero)


La escalera terminaba en un largo pasillo, sin ventanas, al final una puerta entreabierta, una lámpara de neón colgaba de los cables emitiendo una luz blanquecina, intermitente, el extremo más opaco hacía un leve zumbido y uno que otro chispazo… Kamila avanzó lentamente, cuando alcanzó la lámpara se hizo hacia un lado para esquivarla, no quería pasar por debajo. Uno de sus brazos rozó la pared y sintió un escalofrío de grima. La pared estaba sucia, con manchas de grasa y salpicaduras de barro. Siguió caminando. Más adelante faltaban algunas losas y había un charco, el líquido en él era turbio, contuvo la respiración, intentó continuar pero algo se había adherido a su tobillo, un tentáculo se enrollaba subiendo desde su talón izquierdo, empezaba a tantear su pantorrilla, ella lo sacudió con fuerza pero solo consiguió que la apretara aún más, despertó, con todo el cabello agitado sobre su rostro.

Estaba a salvo, seca, en su cama, sin embargo la sensación de asco permaneció, miró el reloj, aún no sonaba la alarma, era temprano aún no amanecía, las cortinas traslúcidas filtraban la luz de la Luna. Definitivamente el bebé dormiría un poco más. Se levantó y fue al baño, el tiempo es un lujo cuando tienes hijos, se miró al espejo, todavía era hermosa, aunque pequeñas líneas de expresión empezaran a asomarse en el borde de sus ojos, pero no se reconocía en la mirada que el espejo le mostraba, como si otra persona la observara a través de su propio reflejo, como si otro ser cohabitara su piel y le reclamara el espacio desde adentro, obligándola a abandonarse a sí misma a la deriva…

Una vez había logrado llegar hasta la puerta, pero nunca logró abrirla, había escuchado su voz al otro lado; estuvo totalmente segura de que lo encontraría allí, pero por alguna razón siempre despertaba antes.

Esta vez no fue así, intensamente no fue así, los sueños para ella siempre fueron un tema confuso, sin darse cuenta había perdido la línea entre la realidad y la fantasía, eso era un terreno peligroso, tan peligroso que sus manos no se atrevían a tocar el picaporte, quizás era de ese tipo de miedo que despierta un seguro encuentro, todos sabemos lo que pasa cuando uno posterga lo inevitable, por más que les des vuelta pasa, y pasa peor aún. Cada hueso de su bien torneado cuerpo lo tenía presente, su pudor la censuraba pero el fuego en la parte baja de su vientre la hacía avanzar, era inevitable, Kamila no se resistiría más, tenía claro que al abrir la puerta, abriría no sólo eso, abriría su alma, su cuerpo, sus deseos y se entregaría sin remedio pese a sus hijos pese a todo. El calor que sentía se lo decía a gritos, se acabaron los tiempos de las soluciones fáciles, era el momento de enfrentar sus deseos, sus anhelos, era tiempo de sentirse mujer una vez más, de enfrentar por fin lo que había detrás del umbral de esa puerta, ya no se contuvo más y la abrió definitivamente la abrió, y como una tromba marina entro a su vida la más exquisita fragancia, una fragancia conocida por ella esa que sella la vida, esa que solo nace de la pasión, del deseo, es esa fragancia que une los cuerpos al amor.

Allí estaba él, Joshua, parado inmóvil vestido con la más hermosa túnica de lino blanco, su majestuosidad era impactante, era evidente que no era de este mundo por lo menos no del mundo conocido por ella, Joshua también es llamado el jardinero de Dios, se menciona que es uno de los pocos ángeles que son privilegiados al hablar con Él. Sin pedir permiso entró, sin mediar palabra la tomó por la cintura y la besó, no sólo en la boca y en todo su cuerpo, la besó en el alma, justo allí donde sólo besan los ángeles celestiales, dónde ella deseaba que la besaran desde hace mucho tiempo, se elevaron sobre la habitación en un espiral ascendente dónde ella desde arriba podía ver lo que era su vida y lo que había dejado de sentir por sus responsabilidades, su arte, su piel y comprendió que no tenía por qué temer más, que no se cerraría de nuevo, que su vida, su alma y su cuerpo quedarían abiertos a lo nuevo, a la aventura, a la pasión y que todo en ella sería de hoy en adelante consecuencias de eso, de su absoluta libertad.


P.D.1: Este relato también lo puedes encontrar en nuestros perfiles de Wattpad y en las páginas de Luis.

P.D.2: Si te interesa escribir un cuento en colaboración conmigo y publicarlo conjuntamente en tus sitios, aquí y en mis otras redes no dudes en contactarme al correo electrónico harkalya@gmail.com


Arte @Harkalya / Septingerie 2019


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