Kendaka




Por Koral García Delgado (@harkalya)


Mucha gente podría preguntarse por el origen de la palabra o título nobiliario de "kendaka", un vocablo africano que traduce como "reina", bueno, en realidad sabemos que es poca gente la que se cuestiona por el origen de las cosas y menos aún por el de las palabras, pero para esos pocos que puedan llegar a interesarse, resulta que la etimología más acertada del título emergió desde hace más de cuatro milenios, específicamente durante la dinastía Kush.

Sucedió en el Antiguo Reino de Kush, al sur de los valles egipcios del Nilo, que abarcaba lo que hoy conocemos como el territorio de Sudán, cuando la Gran Reina de Nubia, capital del Ubuntu, la Sagrada Señora Amani Rina ostentó el título de Kandakat, Reina entre Reinas o Emperatriz Madre.

Los Bárbaros amenazaban la región y los fértiles valles perdían su frescura. Los enormes baobabs de los ancestros caían para complacer la construcción de sus caprichosos edificios y embarcaciones. Desolación y muerte, hambre y sequía seguían a su paso. El Círculo de Mujeres fue convocado. La Madre Watari, la más anciana, tomó la palabra:

- Hermanas de la Sangre, la Madre Luna nos llama hoy a presenciar su boda con el Padre del Cielo, un augurio será enviado y una de nosotras será elegida para dirigir los ejércitos a expulsar la barbarie que nos flagela. Una de nosotras y nosotras a Una, líder de la que seremos lanza y escudo, grito y gemido, lágrima y sudor... Quien con el amor implacable de una madre, con la entrega devota de las fieras a su manada, con el desapego y la gracia de las aves dirigirá nuestro paso.

Las mujeres del círculo asintieron y cantaron, mientras untaban sus rostros con las pinturas rituales y los séquitos ornaban a las reinas con sedas de Oriente y aretes dorados. Trenzando sus cabellos con piedras preciosas, trazaban en ellos la historia de sus linajes. Y así el Ubuntu completó sus representantes. Cuando todos los participantes hubieron ocupado sus respectivos lugares, se dio inicio a la festividad encendiendo las fogatas y antorchas, mientras se recitaban los cánticos de protección, las oraciones de gratitud y las invocaciones de Dioses y espíritus tutelares. Luego los juglares declamaron las hazañas de los descendientes del gran Mür y los pilares de Ébano, para finalmente dar paso a las danzas, al principio más coreográficas y estilizadas para ir dando paso a medida que se caldeaba el ambiente, a otras más rítmicas y provocativas.

Para el momento cuando los cuerpos celestes se fundieron en su oscuro beso, bestias amaestradas traídas de países septentrionales hicieron acto de aparición... las panteras cruzaron aros de fuego saltando a través con precisión y sus acróbatas acompañantes hicieron brillar en el cielo los fuegos de artificios encargados en la gran tierra de Ceilán. Un banquete abundante y exótico circuló entre los presentes, las bebidas fueron copiosas y fermentadas, frutas exquisitas y jugosas instaban a satisfacer los apetitos, los ánimos fueron estimulados y con el paso de las arenas, acompasadas con la percusión de los tambores y las melodías de cuerda, hacia la madrugada las orgias no se hicieron esperar. Sólo los guerreros más nobles y selectos en todos los sentidos habían sido invitados a la celebración, habían aceptado el honor sin dudar, sabían cual sería el fín de aquella ceremonia y aún así habían querido participar. Las doce reinas clavaron a la vez las dagas en los corazones de sus amantes, quienes expiraron al instante. Las reinas devoraron los corazones crudos y entraron en trance, como poseídas por el frenesí, a continuación abrieron sus vientres, exponiendo las entrañas al primer rayo del amanecer y dibujando en el suelo de piedra extraños símbolos con la sangre de los guerreros. Entonces los tambores cesaron su repique y el cielo respondió; un relámpago cayó en medio de la fogata mayor, en el centro del triple círculo, donde las sabias, reinas y los guerreros sacrificados conformaban desde el cielo la imagen de una bella flor mientras esperaban la señal de sus dioses.

Kyrin, la Hija del Sol, surgió de las llamas con el retumbar del trueno, indómita, salvaje, hermosa. Su luz cegando a quienes la contemplaron. En su voz estridente como un relincho se escuchó decir "kandakat" y trotando a la carrera hacia la Señora Amina se lanza de cabeza hacia su vientre y allí desaparece. Nadie se atreve a desafiar un designio divino.







Arte: Harkalya

Este relato forma parte de mi obra CUADERNOS BAJO LA ALMOHADA en Wattpad y fue inspirado por el siguiente artículo en el site The African History: 

https://theafricanhistory.com/48


Primavera eterna


Por: Koral García Delgado (@harkalya) y Oswaldo Osorio Regalado.



El teléfono repicó, el número en la pantalla era desconocido, descartó la llamada y siguió manejando. La lluvia azotaba el exterior de la camioneta mientras los enclenques brazos del limpiaparabrisas luchaban por despejar la catarata que resbalaba por el vidrio frontal.

Encendió la radio y sus dedos se deslizaron en el tunning... Todas las voces le resultaban molestas, empeoraban el pitico del oído, ése que no se quitaba con nada, ése que al rato le provocaría una migraña. "Tinnitus", había dicho la doctora, que era muy normal, dijo. Agrego yo que muy ladilla más bien. Que era "una especie de fatiga auditiva por exposición continua y prolongada a ruidos fuertes" ¿o sería el cansancio ante tanta habladera de paja que le deja a uno ese zumbido, latente aviso de estar fuera de servicio? La voz de la doctora era empalagosa y el pitico aludido la distorsionaba desagradablemente, incluso ahora dentro de su cabeza.

Su barriga dejó escuchar un gruñido, tenía hambre, no había almorzado, estuvo ocupado todo el día revisando los pedidos y atendiendo llamadas de clientes. Le iba bien, era innegable, un triunfador. Había logrado de todo en la vida, nadie dudaría de su éxito. Pero el vacío seguía allí cada noche, al borde del insomnio, escondido detrás de cada recuerdo de efímera felicidad. 

A estas alturas del clima y del día no le quedaba tolerancia para el desatino de las opiniones ajenas y no le gustó ninguna de las cacofonías vulgares que de un tiempo para acá sustituían a la verdadera música, así que pulsó el menú en el panel frontal del reproductor y eligió algo de sus listas. Un rock sinfónico, instrumental, con largas descargas de guitarra eléctrica y una armónica estridencia. No pudo evitarlo. Pensó en ella. 

Sólo ella lo había amado de esa manera. Le había dicho "soñador", las demás lo habían llamado de muchas formas: loco, aventurero, mediocre, mentiroso, estafador, infantil, ridículo... "incomprendido" las resumiría mejor. 

*Ella ¿Cómo lo supo? ¿Porque perdí el control? Y cómo no perder el control cuando se aproximaba con el cabello revuelto, violenta, queriendo asustarme como en una película de terror, acechándome como a un conejo, leona hambrienta de pasión... y yo rogando divertido -No me muerdas duro, por favor, soy de piel sensible así como también en mi corazón. Guarda el secreto, mi amor...*

El semáforo cambia. Se lo informa 春季女王 (Chūnjí Nûwáng), su amable asistente virtual. Su rostro asiático es una sobria compañía, nunca lo juzga, no chismosea, sólo habla para informarle puntualmente y asiente con tranquilidad cuando le ordena alguna tarea. No se queja cuando apaga el modo holográfico y la obliga a desaparecer de su identidad gráfica para sumergirse en el caos de datos y circuitos. Pero a veces, como hoy, le parece que observara los ríos de lluvia con algo como la melancolía. El vendedor le había recomendado tanto el programa, lo mejor del fabricante en materia de inteligencia artificial, su nombre significaba "Reina de la Primavera". No se pudo resistir a semejante configuración. 

¿Dónde estará ahora? ¿Qué estará haciendo? ¿Reposando en otros brazos sin aliento? Eso se inventa y el cliché lo lastima, pero poco le importa el sufrimiento ante esa ventana de amor puro y sincero que no se desvanece con el tiempo. La piensa descalza, al ritmo de esa canción y vuelve a perder el control, su frecuencia cardíaca aumenta, observa el retrovisor, el reflejo de su piel cromada juega con la luz en un tono de lava incandescente, el fuego que fluye en su sangre intensamente. 

El timbre del teléfono repica otra vez. ¿Será ella? No, no es. Si no es para ti no estoy para nadie. Sigo soñando, no puedo evitarlo, el mundo indolente en movimiento es un tormento. Presiono el acelerador. La primavera tropical es un pichaque. Me estrello. El caleidoscopio de flores rojas girando, cayendo, amapolas descomponiéndose en fugaces imágenes. Desenfreno. Te pienso despierto, si no te tengo no valió la pena este momento. Mi mirada perdida en la expresión serena de mi acompañante. No. En realidad, estoy solo. Qué desperdicio de creatividad. Estoy perdido, totalmente, quedé atrapado en una primavera eterna. 


Arte: Harkalya

P.D. Este relato forma parte de mi historia CRÓNICAS DE ONYRIA/ CUADERNOS BAJO LA ALMOHADA en Wattpad 

Sueños húmedos

 

Arte Harkalya


Sueños húmedos

Por: Koral García Delgado (Harkalya) y Luis Gonzalo Guerrero Arenas (Pensamiento Guerrero)


La escalera terminaba en un largo pasillo, sin ventanas, al final una puerta entreabierta, una lámpara de neón colgaba de los cables emitiendo una luz blanquecina, intermitente, el extremo más opaco hacía un leve zumbido y uno que otro chispazo… Kamila avanzó lentamente, cuando alcanzó la lámpara se hizo hacia un lado para esquivarla, no quería pasar por debajo. Uno de sus brazos rozó la pared y sintió un escalofrío de grima. La pared estaba sucia, con manchas de grasa y salpicaduras de barro. Siguió caminando. Más adelante faltaban algunas losas y había un charco, el líquido en él era turbio, contuvo la respiración, intentó continuar pero algo se había adherido a su tobillo, un tentáculo se enrollaba subiendo desde su talón izquierdo, empezaba a tantear su pantorrilla, ella lo sacudió con fuerza pero solo consiguió que la apretara aún más, despertó, con todo el cabello agitado sobre su rostro.

Estaba a salvo, seca, en su cama, sin embargo la sensación de asco permaneció, miró el reloj, aún no sonaba la alarma, era temprano aún no amanecía, las cortinas traslúcidas filtraban la luz de la Luna. Definitivamente el bebé dormiría un poco más. Se levantó y fue al baño, el tiempo es un lujo cuando tienes hijos, se miró al espejo, todavía era hermosa, aunque pequeñas líneas de expresión empezaran a asomarse en el borde de sus ojos, pero no se reconocía en la mirada que el espejo le mostraba, como si otra persona la observara a través de su propio reflejo, como si otro ser cohabitara su piel y le reclamara el espacio desde adentro, obligándola a abandonarse a sí misma a la deriva…

Una vez había logrado llegar hasta la puerta, pero nunca logró abrirla, había escuchado su voz al otro lado; estuvo totalmente segura de que lo encontraría allí, pero por alguna razón siempre despertaba antes.

Esta vez no fue así, intensamente no fue así, los sueños para ella siempre fueron un tema confuso, sin darse cuenta había perdido la línea entre la realidad y la fantasía, eso era un terreno peligroso, tan peligroso que sus manos no se atrevían a tocar el picaporte, quizás era de ese tipo de miedo que despierta un seguro encuentro, todos sabemos lo que pasa cuando uno posterga lo inevitable, por más que les des vuelta pasa, y pasa peor aún. Cada hueso de su bien torneado cuerpo lo tenía presente, su pudor la censuraba pero el fuego en la parte baja de su vientre la hacía avanzar, era inevitable, Kamila no se resistiría más, tenía claro que al abrir la puerta, abriría no sólo eso, abriría su alma, su cuerpo, sus deseos y se entregaría sin remedio pese a sus hijos pese a todo. El calor que sentía se lo decía a gritos, se acabaron los tiempos de las soluciones fáciles, era el momento de enfrentar sus deseos, sus anhelos, era tiempo de sentirse mujer una vez más, de enfrentar por fin lo que había detrás del umbral de esa puerta, ya no se contuvo más y la abrió definitivamente la abrió, y como una tromba marina entro a su vida la más exquisita fragancia, una fragancia conocida por ella esa que sella la vida, esa que solo nace de la pasión, del deseo, es esa fragancia que une los cuerpos al amor.

Allí estaba él, Joshua, parado inmóvil vestido con la más hermosa túnica de lino blanco, su majestuosidad era impactante, era evidente que no era de este mundo por lo menos no del mundo conocido por ella, Joshua también es llamado el jardinero de Dios, se menciona que es uno de los pocos ángeles que son privilegiados al hablar con Él. Sin pedir permiso entró, sin mediar palabra la tomó por la cintura y la besó, no sólo en la boca y en todo su cuerpo, la besó en el alma, justo allí donde sólo besan los ángeles celestiales, dónde ella deseaba que la besaran desde hace mucho tiempo, se elevaron sobre la habitación en un espiral ascendente dónde ella desde arriba podía ver lo que era su vida y lo que había dejado de sentir por sus responsabilidades, su arte, su piel y comprendió que no tenía por qué temer más, que no se cerraría de nuevo, que su vida, su alma y su cuerpo quedarían abiertos a lo nuevo, a la aventura, a la pasión y que todo en ella sería de hoy en adelante consecuencias de eso, de su absoluta libertad.


P.D.1: Este relato también lo puedes encontrar en nuestros perfiles de Wattpad y en las páginas de Luis.

P.D.2: Si te interesa escribir un cuento en colaboración conmigo y publicarlo conjuntamente en tus sitios, aquí y en mis otras redes no dudes en contactarme al correo electrónico harkalya@gmail.com


Arte @Harkalya / Septingerie 2019


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