¿Indolencia o Impotencia?


Cada día me despierto con una inquietud que ni el mejor de mis optimismos logra contrarrestar, nuestro planeta azul se vuelve gris ante nuestros ojos indiferentes, los seres humanos estamos tan ensimismados con procurar nuestro comfort y bienestar que olvidamos una verdad esencial: No somos los dueños de este lugar, SOMOS PARTE DE ÉL.


Cuando cualquier órgano, glándula, célula de nuestro organismo comienza a reproducirse sin control o altera su funcionamiento de alguna manera anómala nosotros lo llamamos "enfermedad" y tratamos, con mayor o menor éxito, de eliminarla. Vista la analogía me pregunto cómo nos llamará a nosotros la Tierra, ¿cáncer, parásito, epidemia? Pues a todas luces que no nos comportamos como sus "hijos", no al menos como los de la Gran Madre.


No pienso perder el tiempo remontándome a edades doradas de la humanidad o a los albores de ninguna civilización, pues está claro que el presente es la consecuencia de la suma de decisiones individuales y colectivas de todos cuantos estuvieron antes que nosotros, sin embargo, sí creo que estamos en capacidad de influir en nuestras esferas de realidad para provocar un cambio significativo en el mediano y largo plazo.


Se ha repetido numerosas veces que en la unión está la fuerza y seguimos disgregados; se nos dice que el destino está en nuestras manos pero no nos entregan herramientas para moldearlo, sí en cambio numerosos obstáculos para alcanzar nuestros sueños... Muchas veces nuestras voces se ahogan sin llegar a ser escuchadas y lentamente vamos perdiendo nuestra humanidad, los mendigos en sus camas de cartón dejan de parecernos personas para pasar a formar parte de la mugre, los pedigüeños en los semáforos son percibidos como potenciales asaltantes, los animales domésticos son gastos y estorbos y así sucesivamente, limitando la experiencia vital a una serie de amenazas ante las cuales hay que defenderse a toda costa. Algunas veces queremos tomar iniciativas y nos quedamos desorientados y frustrados, aplastados por el peso de la burocracia y demás inconvenientes del sistema.

Finalmente lo esencial se queda atrapado dentro de los rigores cotidianos, con muy pocas posibilidades de emerger, pero no podemos dejarnos ganar por la inercia y la indolencia. La única estrategia ante la impotencia es la acción puntual, la gota de agua que horada la piedra.

¿Cuál será nuestro legado? Activemos la resistencia verde, después de todo, los nadie siempre hemos sido más.

2 comentarios:

Arq. Alejandro J Mayaudon Alcedan dijo...

In´lak Ech

guerreros a la batalla, ya recibi tu llamado, estamos en contacto.

cib ox
mayax

HarKâlÿa dijo...

Gracias, ya conocí a Julio también, en contacto donde todos somos Uno

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